domingo, 29 de diciembre de 2013

Querido 2.013:

Llegan esos días en los que todos hacemos balance de los últimos 365 días, de lo que nos propusimos al iniciar el año y lo que hemos cumplido, lo que nos ha pasado... en fin...
Si pudiera resumir mi balance personal del año en una sola palabra sería "caótico". Mi año empezó de la peor manera, de la más triste.
Durante estos días he ido quitando equipaje sobrante de mi mochila, llevando ahora una carga muchísimo más llevadera, pues sólo llevo lo que es necesario e imprescindible para mí y los míos.
Creo sinceramente que ha sido un año de aprendizaje de choque, pues a base de palos he aprendido que menos es más, que las personas no son mejores porque te digan a todo que sí y te regalen los oídos, y que las mejores amistades son aquellas que apenas ves y sabes de ellas, pero cuando te pasa algo malo, no hace falta que se lo digas tú, porque ellos mismos sienten cuando estás mal y están ahí al instante.
Aunque poco, también he tenido cosas buenas. He cumplido una gran meta que para mí siempre fue una barrera, un miedo. Ahora sólo quiero seguir sumando metas para mi crecimiento personal y profesional.
También, así como desaparecieron personas de mi vida, llegaron otras nuevas, que a día de hoy llenan mis días de alegría y felicidad.

A los que desaparecieron, a los que aparecieron...
A los que me quieren, a los que me detestan...
A los que fingen odiarme, a los que fingen quererme...

¡Os deseo lo mejor para el 2.014!

Yo, para mí, sólo espero que para este 2.014 me toque un año mejor, que ya toca mi turno.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Con luz propia.

A mí, de toda la vida me enseñaron a brillar con mi propia luz, daba igual cuál fuera la intensidad de la misma. Sólo tenía que brillar lo máximo dentro de mis posibilidades. Si por casualidad, había una luz que brillaba más que la mía, no debía apagarla: lo que debía hacer era acercarla a mí para así, juntas, brillar aún más si cabía.
Sin embargo, por el camino vas encontrando personas que, aunque tú las hayas acercado a ti para ambas brillar, esas personas piensan-creen-opinan que si te atraen hacia ellas, lo que pasa es que piensan que las eclipsas, que van a ser menos si apareces. Por eso, sencillamente te alejan del camino en beneficio propio y hundiendo al resto.
Y yo pregunto... ¿No es mejor tener dos bombillas de 90W (Vatios), que tener una de 120W? O lo que es lo mismo... ¿No te sientes mejor ayudando a esas personas que sabes que lo pueden necesitar en lugar de hundirlas? 
Bueno, habrá gente que piense que para nada ayuda el resto. Perfecto. Pero ya que no ayudas, por lo menos no envidies al otro, y mucho menos, lo hundas. Simplemente dedícate a ir a lo tuyo, siguiendo sólo tus propios pasos, sin envidiar la luz propia que desprenden otras personas y mucho menos sin intentar apagarla. 
Gracias.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Pasaban días, meses... Incluso años.

Como siempre... Ganas infinitas de escribir, pero no tener ni la más mínima idea de qué exactamente.
No sé si quiero hablar de mi vida, de la vida en general. No sé si quier contar una historia, una historia que sí pasó, o que jamás ocurrió. Sólo sé que éste es mi medio para desahogarme, y de una manera u otra, necesito hacerlo.
No soy de ir aireando mis problemas, o mejor dicho, mis circunstancias personales a nadie. Mucho menos por aquí. Sé que me lee más gente de la que pienso, y sinceramente, mis cosas pertenecen a la más estricta intimidad y a los míos. De la única manera que podréis conocer ALGO de lo que me ocurre es si yo lo cuento. Pero, como siempre me decía un profesor... "puede ser verdad, puede ser mentira... no lo sé".
A medida que voy escribiendo, se me van ocurriendo mil temas de los que hablar. Pero hoy voy a contar una historia:
Renata era una chica tranquila, dulce e ilusa. Desde que conoció a Pedro se enamoró perdidamente de él. Existía una química especial entre ambos, pero tristemente, estaban destinados a no estar juntos. Pasaban días, meses... incluso años, pero sus vidas jamás se ponían de acuerdo.
Cada uno fue haciendo su vida en función de sus necesidades: trabajo, amistades, lugares, pareja...
Para Renata esa palabra era demasiado grande. No entendía cómo muchas personas de su entorno tenían pareja sólo para no sentirse solos. Solamente guiándose del cariño y la costumbre que había entre ambos.
"¿Y el amor?", decía ella.  "¿Dónde quedan esas pequeñas mariposillas que revolotean en el estómago? ¿O en qué lugar quedó ese momento de mirar a esa persona, y que de repente el mundo deje de existir?". Renata no comprendía.
Renata no quería eso para su vida. Ella deseaba tener a alguien, pero alguien de verdad. Alguien con quien ocurriera todo eso. Ese alguien existía, pero...
Por eso, ella dejó de creer. Pero no en el amor. Dejó de creer en la pareja. Sabía por experiencia que éste existía, pero también sabía que, a pesar de ser lo más bonito que le habría pasado jamás, también tenía claro que fue de lo más dañino.
Por eso, un día, sin saber cómo, ni cuándo, ni por qué, olvidó a Pedro. No porque se enamorara de otra persona. Simplemente, no lo sabe.
Ese mismo día también dejó de ser ilusa y crédula, y comenzó a vivir día a día. A enamorarse cada día, pero de la vida.
Pasó un tiempo, y conoció a Eduardo. Éste era un hombre de los pies a la cabeza, con las ideas en su sitio. Le gustaba... Vaya, si le gustaba. Pero no. No era el momento. Ni para él ni para ella.
Pasaban los días, los meses... incluso los años, pero todo seguía igual: algo más que amigos. Ambos estaban perdidamente enamorados el uno del otro, pero no. No era el momento.

 Se basaban en vivir el día a día. Y eran las personas más felices de la tierra.

Continuará...

miércoles, 21 de agosto de 2013

Esta soy yo... 2.013 La película cambia un poco.

Soy morena.
Soy de pequeña estatura.
No soy todo lo delgada que fui y que me gustaría volver a ser, pero tiempo al tiempo.
Soy una Géminis extraña.
Me gusta la playa.
Me gusta disfrutar de mis amigos.
Tengo buen despertar.
Me gusta innovar.
Me gusta hablar del pasado, más que nada para no olvidar esos pequeños errores.
Soy muy despistada, demasiado.
Soy desconfiada, pero no porque sea algo intrínseco en mí, sino porque la vida me ha enseñado a serlo.
No me gusta que me engañen, aunque al final siempre lo hagan.
No suelo ser rencorosa.
No me gusta la Navidad.
Un día fui demasiado consumista, y eso me enseñó demasiado a no serlo.
Soy muy cabezota.
Soy muy risueña.
Mis frases favoritas son: " A mal tiempo, buena cara" y " La vida es bella"
Soy algo obsesiva con lo que quiero conseguir.
Tengo miedo a enamorarme.
Pienso mucho, demasiado.
Sólo soy celosa cuando tengo razones obvias.
Prefiero pensar mal para cuando me doy contra la pared que no me duela tanto el golpe.
Me da vergüenza que me toquen los pies.
Salto rápidamente cuando sé que tengo la razón.
Tengo miedo a equivocarme.
Me he enamorado, pero casi preferiría no haberlo hecho nunca.
Me gusta la independencia.
Me gustan los lugares paradisiacos.
Muchas veces, a pesar de estar rodeada de gente, me siento sola.
Soy una chica y me gusta el fútbol.
Soy del F.C. Barcelona antes que del C.D. Tenerife.
Soy Canaria antes que Española.
Soy muy negativa.
Muchas veces, me marco el listón de metas muy alto, y al ser bajita, no llego.
Soy alegre.
Intento que la tristeza no se me refleje en la cara, a veces incluso, consiguiéndolo.
Soy un poco corta de mente.No cojo las bromas y los chistes con rapidez.
Adoro los niños.
En un hombre no busco un físico, busco esa persona que me haga reír, me quiera y no me engañe.
No creo en la frase " un clavo saca otro clavo".
Me gustan los regalos, así sea la cosa más estúpida e ilógica.
Soy cariñosa e infantil.
Soy una Períodista y escritora frustrada.
Me gusta la moda diferente.
Me gusta la música de los 80´s.
No me considero falsa.
Soy una persona pacífica.
Soy muy tímida.
No me gustan las playas de arena.
Me gusta La Gomera.
No me gusta el gofio, me gusta el jamón serrano, y eso no me hace sentir menos canaria.
Me gustan los bailes de verbena.
Me gustan los perros grandes y no los pequeños.
Cuando algo no me gusta, doy media vuelta y me voy.
No me gustan las peleas.
Critico a alguien sólo cuando siento que esa persona me ha herido a mí o a los que considero "míos".
No me gusta hacer daño.
No me gusta hacerme castillos en el aire, aunque al final siempre lo haga.
He cambiado mucho en poquísimo tiempo, pasando a ser o a querer ser algo que hace años para mí era impensable o imposible.
He aprendido que con ilusión, motivación y un pelín de esfuerzo.. Se consigue cualquier cosa, ¡CUALQUIERA!
Soy muy empática, o al menos, lo intento.
No me gustan las personas superficiales.
Me gusta conocer a las personas, no a sus bienes.
Detesto la hipocresía.
Me fascinan las canciones infantiles, los dibujos animados y las novelas de mediodía.
Me considero rara, ¡pero me encanta!
Soy así... Soy yo... No hay nadie más!

viernes, 9 de agosto de 2013

Rara.

Quién me diría a mí, hace unos seis o siete años, que mi vida estaría en el punto en el que hoy está. Que me viniera alguien del futuro a decirme que, después de mil y un intentos de profesiones frustradas, hoy iba a ser educadora infantil y estudiante de Psicología. Que no iba a ser Economista, o Abogado, o Diplomada en Empresariales o Turismo, como yo quería...  Que tendría esta manera de ver el mundo como la tengo ahora, que disfruto más de un Domingo haciendo cosas sencillas que de una fiesta por todo lo alto (que también la disfruto), que las personas que tenía a mi lado ya no están... ¡Impensable! Tantas y tantas cosas que no tendría espacio suficiente para decirlo.
Tras varios traspiés que me ha dado la vida y tras varias oportunidades que también ésta me ha brindado he llegado a ser como soy. No soy una persona perfecta, pero hoy por hoy, estoy orgullosa de ser como soy: independiente, con visión de futuro, de querer crecer como persona, con valores, con criterio propio, con empatía... Parece que no hago sino echarme flores, pero es que tengo tantos defectos, que si los digo, tal vez desvirtúen esas poquitas cualidades que tengo.
Por lazos del destino, la vida me ha enseñado que muchas veces (la mayoría) menos es más. No hace falta tener muchísimos amigos, con tenerlos verdaderos basta. Que, aunque hayas tenido un camino común con una persona y, por intereses distintos, los caminos se separen, no tienes por qué apartarlo de tu vida. Que hay personas que han estado ahí, en un segundo plano, y que tal vez jamás habrían sido descubiertas, pero que hoy por hoy son primordiales. Personas que suman, no que restan.
También aprendí que, aunque estés rodeado de miles de personas, tu camino sólo lo puedes hacer tú, sin nadie más. Hay veces que, por muy buena que sea la compañía, la mejor compañía eres tú mismo.
Pero sinceramente, creo que soy una "rara". Miro a mi alrededor y sólo veo personas frívolas, de esas de "tanto tienes, tanto vales". Personas que no ven más allá de una cara, cuerpo o vestuario bonitos. Personas que no se alegran por el bien ajeno, pero si lo hacen por el mal de los demás. Gente que se inmiscuye en la vida de los demás "porque sí". Personas que ven que cuando alguien no sigue su manada y tiene una propia opinión de las cosas, ya es mala persona o no vale nada. Una vez yo fui así. No me arrepiento, porque creo que todo en esta vida, sea bueno o malo, es aprendizaje, pero ahora, desde fuera miro, y no me gusta eso que veo.
Como me dijo una gran amiga no hace mucho tiempo... ¿Será tal vez que estoy madurando?

martes, 6 de agosto de 2013

Vuelven... Vuelve la incertidumbre, los nervios... Vuelven las mariposillas. No sé ni por qué hago esto. Cuando una persona quiere algo va y lo hace. Mi caso es distinto. Las circunstancias son las mismas de siempre, ya las conoces y no puedo, por más que quiera. Pero las tuyas también, o eso creo. Como eso es lo que creo, permíteme decirte que sigo aquí, en el mismo lugar, en ese "lugar" que ahora cambió.. El mismo perro con distinto collar, diría yo... Ese sitio (vamos a llamarlo así) en el que nos quedábamos horas y horas hablando cuando éramos inocentes... Ese en el que en los últimos días, sólo una palabra tuya bastaba para yo poder actuar.
Sí, sigo ahí... Esperando!
You..

sábado, 22 de junio de 2013

Metas

Lo conseguí, llegué! Pero cuánto me ha costado... Cuando empecé iba con miedo, pánico a volver a fracasar, a que no me gustara, e incluso durante el camino tuve varias recaídas y me planteé dejarlo. Pero no, fui perseverante, y esta vez la cabezonería me sirvió para algo bueno. Sé que para mucha gente lo que yo acabo de conseguir no es nada, pero para mí ha sido fruto del sacrificio, el amor propio y el orgullo.
Decirle a mis chicas que me alegro de haberlas conocido a todas y a cada una de ellas, que todas han aportado un granito de arena y que esto no hubiera sido posible sin ustedes. Las relaciones a partir de ahora no serán como antes, pero que sepan que os guardo en un rinconcito de mi corazón. También al brother Piter, que sin él ayer no hubiéramos celebrado nada, guapitas. Jajajajaja... tantos momentos, que no podría describirlos todos, se me cansaría la mano de escribir.
¡Lo conseguimos! Ahora llega la piesta en escena a la vida real. Unas a trabajar, otras a seguir estudiando... y yo, como soy un culito inquieto... a las dos!
Os deseo que cada una de nosotras cumpla sus netas porque, más grandes o más pequeñas, cuando llegas a ellas, es el mejor momento que existe.